Ingredientes para 1 quiche de 28 cms de diámetro:
- 1 plancha de masa quebrada fresca
- 350 grs de puerro en rodajas (sólo parte blanca)
- 50 grs de lukanka
- 70 grs de queso Camembert
- 4 huevos M
- 300 mls de nata para cocinar
- 1 cucharadita de sal
- 1 pizca de pimienta negra molida
- 3 cucharadas de aceite de oliva
¿A que ya echábais de menos una quiche? Pues aquí volvemos con esta quiche de puerro, lukanka y queso Camembert. Lo sé, lo sé… ¿qué es el lukanka? Pues el lukanka, escrito «Луканка» es una especie de salchichón búlgaro. Es un embutido con forma aplastada y de color granate. Su sabor es fuerte y especiado y se elabora con carne de cerdo, pimentón, sal, laurel, pimienta y comino. Se sirve en rodajas y se toma como aperitivo. También se elabora con carne de ternera, caballo, jabalí o venado. Aquí [1] os dejo otra receta que elaboré con él.
Precalentamos el horno a 180º C con calor arriba y abajo.
Estiramos bien la masa quebrada con un rodillo y la colocamos en un molde para quiche. Pinchamos con un tenedor y cubrimos con un trozo de papel de horno. Ponemos encima unos garbanzos secos para que hagan peso y la masa no suba. Metemos al horno durante 10 minutos para cocerla un poco. Después, la sacamos, dejamos enfriar, quitamos los garbanzos y reservamos.
Mientras se hornea la masa, lavamos y secamos bien el puerro. Eliminamos la primera piel del puerro y lo cortamos en rodajas, ni muy finas ni muy gruesas. Ponemos a calentar el aceite de oliva en una sartén grande y cuando esté caliente, agregamos el puerro y lo rehogamos durante 15 minutos. Después, lo depositamos en una fuente cubierta con papel absorbente para eliminar el exceso de grasa. Por otro lado, el lukanka lo cortamos en trocitos y lo reservamos también. Reservamos unas rodajas para decorar.
En un bol grande batimos la nata junto con los huevos, la sal y la pimienta molida. Añadimos el puerro, el lukanka y el queso Camembert en trocitos. Mezclamos todo bien con una espátula hasta integrar. Vertemos la mezcla sobre la masa quebrada previamente cocida y horneamos durante 30 minutos a 180º C hasta que veamos que se dora la superficie. Cuando esté lista, dejamos que repose un poco antes de servirla. ¡Buenísima y facilísima!
