- 425 grs de harina
- 300 grs de azúcar blanco
- 250 grs de mantequilla a temperatura ambiente
- 2 huevos
- 1/2 cucharadita de sal
- Para la masa de chocolate: 40 grs de cacao puro en polvo sin azúcar Valor y para la masa verde: 40 grs de harina y colorante verde en pasta
Elaboración:
En un bol batimos a mano los huevos con el azúcar hasta que se forme una crema. Añadimos la mantequilla en dados y a temperatura ambiente. Mezclamos bien. Incorporamos la harina tamizada y la sal. A partir de aquí, tendremos que amasar con las manos. Trabajaremos hasta que consigamos una masa que no se nos pegue en las manos. Sacamos la masa del bol y amasamos sobre la mesa echando un poquito de harina hasta formar una bola homogénea y brillante.
Dividimos la masa en dos bolas. Cogemos una bola y presionamos en el centro para hacer un agujero, añadimos el cacao en polvo y amasamos hasta conseguir un color marrón uniforme. Cogemos la otra masa y hacemos lo mismo, agregando la harina y el colorante necesario para conseguir un tono de verde que nos guste.
Extendemos la masa de chocolate sobre film transparente y con ayuda de un rodillo aplanaremos y daremos forma rectangular. Haremos lo mismo con la masa verde. Ambos rectángulos tienen que ser finos e iguales. Colocamos el rectángulo verde sobre el marrón y vamos enrollando por la parte más larga hasta formar un cilindro. Presionamos con delicadeza para que no queden huecos entre la pasta.
Enrollamos el cilindro con film transparente y guardamos en el frigorífico hasta el día siguiente. Si no queremos esperar, podemos meterlo 2 horas en el congelador.
Precalentamos el horno a 180º C.
Sacamos el cilindro de la nevera y lo desenvolvemos. Eliminamos las puntas y vamos cortando en rodajas no muy finas. Las colocamos sobre la bandeja del horno forrada con papel vegetal y horneamos de 10 a 12 minutos. Cuidado con pasarse con el tiempo de cocción porque entonces el verde se tostará y se quedarán un poco feas las galletas. Cuando las saquemos del horno, las dejaremos enfriar sobre una rejilla.
* Nuestras galletas caseras pueden durarnos más de 1 mes pero siempre es mejor consumirlas en dos semanas porque perderán sabor y textura. La mejor manera de conservarlas es meterlas en una lata para galletas. También podremos congelarlas (tras el horneado) en un recipiente hermético durante 3 meses. Para descongelarlas, basta con dejarlas a temperatura ambiente durante 30 minutos. Receta original de Dulces Frivolidades.
