Ingredientes para 10 unidades:
- 250 grs de harina de trigo
- 100 mls de aceite de oliva
- 100 mls de leche
- 150 grs de leche condensada
- 3 huevos
- 3 cucharadas de azúcar blanco
- 1 sobre de levadura
- Ralladura de naranja o de limón
- 1 pizca de sal
Elaboración:
Deciros primero que todos los ingredientes deben estar a temperatura ambiente para que no se altere la textura de la masa.
En un bol añadimos los huevos y las cucharadas de azúcar blanco y batimos hasta que quede espumoso. Incorporamos el aceite y seguimos batiendo. Ahora echamos la leche condensada. Batimos. Después, la ralladura de naranja o de limón. Batimos. Es momento de añadir la harina tamizada con la levadura y la pizca de sal. Batimos bien hasta conseguir una masa más espesa. Ahora echamos la leche y batimos hasta conseguir una masa un poco más líquida.
Tapamos el bol y lo guardamos como mínimo una hora en la nevera. Esto se hace para que la levadura sea más efectiva y las magdalenas después aumenten su volumen.
Precalentamos el horno a 250º C para que coja bastante calor, calor arriba y abajo.
Sacamos el bol de la nevera. Con una varilla manual batimos un poquito y procedemos a rellenar las cápsulas de papel. Es mejor colocar las cápsulas dentro de moldes metálicos para magdalenas, o dentro de moldes de silicona o los de aluminio blandito porque así no se deformarán. Además saldrán más altas las magdalenas. Rellenamos con la masa 3/4 de la cápsula. Antes de meter al horno, bajamos la temperatura a 210º C y hornearemos en la parte central, durante 15 minutos hasta que veamos que han subido bastante y se ponen doraditas. Sabremos si están listas si al pinchar con un palillo éste sale limpio.
A pesar de llevar la leche condensada y el azúcar, no son especialmente dulces, así que si sois muy golosos podéis añadirle más azúcar. También, una vez rellenas las cápsulas podéis espolvorear un poco de azúcar encima, pero tened en cuenta que así subirán menos las magdalenas. Y para conservarlas siempre en una lata o en un recipiente hermético.
