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Panecillos semidulces

Ingredientes para 12 unidades:

Desde que probé estos panecillos, no paro de hacerlos. Son adictivos y además son fáciles y rápidos. Queda una masa gordita, suave, esponjosa… ¡son deliciosos! Aquí os traigo su versión más sencilla. La textura es similar a la de los bollitos conocidos como «medias noches» y también podemos utilizarlos, si los elaboramos de forma rectangular, para hacer pan de perritos calientes. Vamos con la receta.

Elaboración:

Una vez tengamos listos todos los ingredientes de la receta, que ya sabemos que también lleva su tiempo, precalentamos el horno a 80º C, calor arriba y abajo.  Esta temperatura nos ayudará con el levado, para que no tengamos que esperar horas. Yo he hecho la masa con el robot de cocina pero podéis hacerlo mezclando los ingredientes en un bol y después, amasando a mano.

En un cuenco añadimos la leche y la mantequilla troceada y calentamos en el microondas durante 1 minuto. Después, con una cuchara removemos hasta que se disuelva totalmente la mantequilla. Lo vertemos dentro del bol del robot de cocina y añadimos el agua caliente (pero no ardiendo), el azúcar y la sal. Colocamos el gancho para amasar y comenzamos a amasar despacio. Ahora añadimos la mitad de la harina junto con la levadura seca. Amasamos durante 5 minutos y después, agregamos la otra mitad de la harina. Sabremos que la masa está lista cuando comience a separarse del borde del bol. Amasamos a más velocidad durante 10 minutos hasta que se forme una bola en el gancho.

Cuando la masa esté lista, tapamos el bol con film transparente y dejamos reposar durante 5 minutos a temperatura ambiente. Podemos comprobar que la masa, en ese poco tiempo, ya ha levado un poco. Sacamos la masa del bol y la colocamos sobre la mesa donde habremos esparcido un poco de harina. Es una masa elástica y que no se pega en las manos. Dividimos la masa en 12 partes iguales y a cada porción le damos forma de bola. Colocamos las bolas de masa en una fuente grande previamente engrasada con mantequilla o con spray desmoldante. Las colocamos un poco separadas las unas de las otras.

Metemos la fuente al horno durante 20 minutos. Pasado el tiempo, subimos la temperatura a 180º C y dejamos otros 15-20 minutos más hasta que estén dorados. Sacamos la fuente del horno y sin desmoldar, pintamos la superficie de cada panecillo con un trozo grueso de mantequilla fría. Dejamos reposar durante 5 minutos y después, desmoldamos y dejamos enfriar sobre una rejilla. Cuando ya estén fríos podremos separar cada panecillo. Quedan preciosos y al separarlos podemos comprobar lo esponjosos y tiernos que quedan por dentro.

Podemos guardarlos en una bolsa o envase hermético para consumirlos en 3 o 4 días y también se pueden congelar sin problema.