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Pencas de acelga rellenas de queso Arzúa-Ulloa

Ingredientes para 4 personas:

Hoy voy a preparar una receta que me recuerda a mi niñez y que llevo mucho tiempo sin hacerla: pencas de acelga rellenas. Mi madre nos las hacía en muchas ocasiones y mi hermana y yo, sinceramente, no las mirábamos con muy buenos ojos… Es curioso que ya de adulta ésta y otras verduras las incorpore a mi dieta de una manera más habitual. Y para hacer estas pencas rellenas de queso con un rebozado rico rico donde los haya voy a usar harina Yolanda [1] que amablemente la marca me ha hecho llegar a mi casa. Es una harina especial para rebozar sin huevo y además, también nos sirve para hacer repostería.

Elaboración:

Para limpiar las pencas lo primero que hacemos es separarlas de las hojas cortándolas con un cuchillo. La penca es la parte blanca rectángular de la planta. Las hojas no las tiramos, las guardaremos en la nevera o las congelaremos para un uso posterior. Si la penca tiene hilos o hebras, se los quitaremos. Las lavamos bien bajo el chorro de agua fría, las secamos y las cortamos en trozos de unos 10 cms de largo aproximadamente.

Ponemos a hervir agua a fuego medio en una cazuela. Cuando rompa a hervir, echamos el zumo de limón (esto se hace para que las pencas se queden blancas y no se oxiden), la sal y las pencas y las cocemos durante 10 minutos hasta que estén tiernas. Podemos comprobarlo pinchando con un tenedor. Una vez listas las sacamos del agua y las dejamos sobre papel absorbente.

Después, sobre una bandeja colocamos la mitad de las pencas cocidas, sobre éstas, ponemos un trozo de queso y tapamos con el resto de pencas. Ya estarán listas para rebozar. Mientras tanto ponemos a calentar a fuego medio el aceite de oliva en una sartén grande.

En un plato hondo ponemos la harina Yolanda y el agua y mezclamos hasta obtener una masa que no sea ni muy líquida ni muy espesa y sobre todo, que no tenga grumos. Rebozamos bien cada penca y las freímos por ambos lados en el aceite hasta que estén doradas. Después, las depositaremos sobre un plato cubierto con papel absorbente para eliminar el exceso de grasa. Así solas ya están muy buenas pero siempre podemos acompañarlas con una salsa de nuestra elección, ya sea, mayonesa, alioli, salsa romesco, salsa vizcaína, salsa pesto o incluso alguna con toque picante también le irán perfecto.