Ingredientes para una tarta de 23 cms:
- Para la base:
- 250 grs de galletas Digestive trituradas
- 125 grs de mantequilla sin sal
- Para el relleno:
- 500 grs de queso mascarpone
- 150 grs de mermelada de naranja amarga
- 120 grs de azúcar blanco (no más de 150 grs)
- 50 mls de zumo de naranja
- Ralladura de media naranja (opcional)
- Para la cobertura:
- 120 grs de galletas Digestive trituradas
- Trocitos de naranja confitada (opcional)
Esta es una de esas recetas dulces que veo en Instagram y la dejo en la carpeta de «guardados» para hacerla en un futuro. Pues ese futuro es hoy y no puedo estar más contenta de haberla elaborado. Es una tarta muy sencilla, vamos, la típica que podemos hacer cuando tenemos una comida familiar y no tenemos mucho tiempo para ponernos manos a la obra. Y encima sin usar el horno. Con una textura fresca y cremosa. Pues ésta os aseguro que es todo un éxito. La receta original es de Cookist [1].
Elaboración:
Con una picadora o procesador de alimentos trituramos las galletas Digestive. Las pasamos a un bol y mezclamos con la mantequilla derretida. Colocamos la masa de galletas en la base de un molde desmontable de 23 cms y presionamos bien con ayuda de una cuchara por la base y los laterales subiendo unos 2 cms. Metemos en la nevera durante 30 minutos.
Por otro lado, en un bol grande ponemos el queso mascarpone, el azúcar (yo he puesto 120 grs, id probando), la mermelada de naranja ,el zumo y la ralladura y mezclamos suavemente con una varilla de mano hasta integrar. Vertemos en el molde sobre la masa de galletas y alisamos la superficie con una espátula. Cubrimos ahora toda la parte de arriba con más galletas trituradas (sin mantequilla), tapamos y mantenemos en la nevera durante 4 horas. Yo lo dejé toda la noche y por la mañana puse la cobertura de las galletas por si se quedaban blandas. También decidí poner unos trocitos de naranja confitada que tenía conservados en un tarro. Servimos y disfrutamos.
