Receta de Bizcocho de plátano y conguitos de chocolate negro
Ingredientes para un molde redondo de 20 cms de diámetro:
- 200 grs de harina de trigo
- 2 plátanos maduros
- 180 grs de azúcar blanco
- 175 grs de aceite de girasol
- 4 huevos M
- 100 mls de leche
- 1/2 sobre de levadura quimica en polvo
- 1 cucharada de sirope de arce
- 1 pizca de sal
- 1 puñado de conguitos de chocolate negro
Esta receta se me ocurrió un día en el que estuve a puntito de tirar un par de plátanos que estaban muy maduros. Me daban pena así que decidí convertirlos en un delicioso bizcocho. Le añadí también unos conguitos que me quedaban en la despensa y el resultado fue muy bueno. Un bizcocho jugoso, suave y la siempre perfecta combinación del sabor del plátano y el chocolate, o ¿no?
Lo mejor es tener congelados con antelación los conguitos para que al estar dentro de la masa durante el horneado no se derritan totalmente. Así que ya sabéis, la noche anterior los dejáis en el congelador. Los plátanos los pelamos y la carne la machacamos en un bol con el tenedor hasta formar un puré y reservamos.
Una vez tengamos el resto de los ingredientes listos y a temperatura ambiente precalentamos el horno a 175º C. ¡Comenzamos!
En un bol batimos el azúcar y los huevos. No incorporaremos el siguiente huevo hasta que el anterior no esté integrado en la mezcla. Después, agregamos el aceite y el sirope de arce y continuamos batiendo. Echamos el puré de plátano y mezclamos. Ahora añadimos la harina y la levadura previamente tamizadas y la sal en dos tandas y alternando también la leche. Cuando tengamos una mezcla homogénea será el momento de incorporar los conguitos y mezclarlos con una espátula.
Vertemos la masa en un molde previamente engrasado y enharinado y horneamos unos 50 minutos aproximadamente. (Yo usé un molde desmontable al que puse un trozo de papel vegetal en el fondo). Sabremos si el bizcocho está cocido si al pinchar con un palillo éste sale limpio. Cuando esté listo lo sacamos del horno y lo dejamos reposar dentro del molde, unos 15 minutos, después desmoldamos, lo damos la vuelya y dejamos enfriar por completo sobre una rejilla. Os aseguro que está espectacular para desayunar, merendar… ¡para comértelo en cualquier momento!
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