Ingredientes para 4 personas:

• 4 jamoncitos de pollo
• 2,5 kilos de tomates maduros
• 1 cebolla grande
• 1 ramita de canela
• 1 cucharadita de pimentón dulce
• Hebras de azafrán
• 2 cucharadas soperas de miel
• 1/2 cucharadita de café de canela molida
• 1 cucharada de sésamo tostado para decorar
• 5 cucharadas de aceite de oliva
• Sal

Muchos ya sabéis que soy una enamorada de la cocina marroquí y que ya he elaborado alguno de sus platos más típicos como el hummus o la pastela. En uno de los blogs que suelo mirar, Cuina del Marroc, ví una receta de tajine de pollo con tomates y miel que me apetecía hacer un montón. He de decir que la combinación del dulce y el salado es espectacular y que merece la pena preparar este plato.

Elaboración:

Primero cocemos los tomates para eliminar la piel fácilmente. Para ello, hacemos una cruz no muy profunda en la base del tomate con ayuda de un cuchillo. Mientras tanto, ponemos un cazo con agua al fuego en el que quepan al menos la mitad de los tomates y cuando rompa a hervir, los metemos. Los dejamos cocer durante 1 minuto. Después, los reservamos dentro de un bol con el agua muy fría, mejor si tiene hielos.

Cuando los tomates estén fríos, los pelamos con un cuchillo y los partimos en cuartos. Eliminamos las semillas y el nervio blanco del interior y los vamos cortando en daditos. Reservamos en un bol.

En una cazuela a fuego medio bajo calentamos el aceite de oliva y metemos el pollo y la cebolla picada. Sofreímos durante 10 minutos hasta que la cebolla esté blandita. Incorporamos el tomate, un poco de sal, la rama de canela, el pimentón y el azafrán. Tapamos y dejamos cocer durante 40 minutos, removiendo con una espátula de madera de vez en cuando para evitar que se pegue en el fondo de la cazuela.

Transcurrido el tiempo, sacamos el pollo y lo dejamos en un plato pero tapado para mantenerlo caliente. También quitamos la ramita de canela. Agregamos entonces la canela molida, la miel y dejamos que la salsa caramelice durante 10 minutos.

A la hora de servir en la mesa, repartimos la salsa en cuatro platos. Colocamos un trozo de pollo encima y espolvoreamos con sésamo tostado. Os recomiendo que os hagáis con un buen trozo de pan para untar en la salsa. ¡Espectacular!

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