Receta de Tarta de limón y crema de mascarpone
Ingredientes para un molde rectangular rizado de 20×28 cms :
- Para la base de masa sablé:
- 300 grs de harina de trigo
- 150 grs de mantequilla fría
- 50 grs de azúcar glas
- 1 huevo L
- 1/2 cucharadita de extracto de vainilla
- 1 pizca de sal
- Para el relleno:
- 600 grs de crema de limón
- 200 grs de queso mascarpone
- 100 mls de nata para montar
- 80 grs de azúcar blanco
- 1 huevo M
- Para decorar:
- 200 mls de nata para montar
- 2,4 grs de cuajada en polvo
- 80 grs de azúcar glas
- Colorante en gel amarillo
- Frambuesa liofilizada
Hoy os traigo esta tarta que muchos ya conoceréis. Lleva base de masa sablé (versión dulce de la masa quebrada), relleno de crema de limón (tenéis la receta aquí) y crema de mascarpone. La versión más típica lleva merengue en lugar de crema de mascarpone, pero a mí me apetecía cambiarla. Vamos con la receta.
Elaboración:
Para la base. En un bol grande echamos la harina, la sal, el azúcar glas y la mantequilla fría cortada en trocitos pequeños y comenzamos a mezclar y desmenuzar con los dedos la mantequilla hasta formar una textura parecida al pan rallado. Agregamos media cucharadita de extracto de vainilla y el huevo previamente batido. Mezclamos con las manos hasta integrar y formamos una bola. No se trata de amasar sino de formar una masa apelmazada. Guardamos en la nevera forrada con film transparente durante 30 minutos.
Sacamos la masa de la nevera y con ayuda de un rodillo y sobre papel vegetal aplastamos hasta formar un rectángulo de 3 mm de espesor. Lo colocamos sobre el molde y apretamos con los dedos para que se pegue en la base y las paredes del molde. Recortamos la masa sobrante. Pinchamos con un tenedor la masa, colocamos un trozo de papel de cocina y ponemos encima los garbanzos para que hagan peso y la masa no suba. Horneamos a 170º C con calor arriba y abajo durante 10 minutos. Después, quitamos el papel y los garbanzos y dejamos que la masa se hornee otros 25 minutos hasta que esté doradita. Cuando esté lista, la sacamos del horno y dejamos enfriar a temperatura ambiente.
Para la crema de mascarpone. Montamos la nata con la batidora eléctrica de varillas. Como siempre os digo, la nata, el bol y las varillas tienen que estar lo más fríos posible. Batimos la nata hasta que comience a coger cuerpo. Cuando haga picos y esté consistente guardamos en la nevera. En un cuenco batimos el queso mascarpone con una varilla de mano hasta que esté cremoso. Reservamos.
En un bol más grande, batimos el huevo con el azúcar hasta que la mezcla blanquee. Incorporamos la nata montada, mezclamos con suavidad y por último agregamos el queso mascarpone con cuidado y mezclamos con una espátula con movimientos envolventes. Cuando esté lista, enfriamos en la nevera durante 20 minutos.
La crema de limón o «lemon curd» ya la tenía preparada del día anterior. Puedes ver la receta aquí. La saqué de la nevera 30 minutos antes del montaje de la tarta y la batí con una varilla de mano para que estuviera más cremosa.
Para la nata amarilla. Vertemos la nata en un bol y batimos con la batidora eléctrica de varillas. Cuando comience a coger cuerpo añadimos el azúcar glas y la cuajada en polvo (para que quede más firme). Después, agregamos el colorante en gel amarillo, con media cucharadita bastará. Continuamos batiendo hasta que la nata forme picos y esté consistente. Reservamos en la nevera.
Para el montaje de la tarta. Desmoldamos con cuidado la base de masa sablé, la colocamos sobre una bandeja o plato grande rectangular. Rellenamos la base con la crema de limón ayudándonos con una cuchara. (Yo eché todo menos 3 o 4 cucharadas que reservé para preparar otro postre). Alisamos la superficie en la medida de lo posible. Encima añadimos la crema de mascarpone. Y terminamos haciendo decoraciones con la nata amarilla que habremos metido dentro de una manga pastelera y espolvoreamos por encima frambuesa liofilizada.
*Esta tarta está mejor y se queda más consistente de un día para otro.
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