Ingredientes:

• 200 grs de harina de maíz amarilla
• 200 grs de azúcar blanco
• 25 grs de azúcar avainillado
• 125 mls de aceite de girasol
• 125 grs de yogur natural sin azúcar
• 4 huevos M
• 1 sobre de levadura en polvo
• 100 grs de arándanos deshidratados
• 1 pizca de sal

Durante mis vacaciones en Asturias este pasado verano compré de nuevo harina de maíz amarilla. Ya había preparado anteriormente unas pastas y aunque la textura es un poco arenosa, sentía mucha curiosidad por comprobar cómo quedaría en un bizcocho. Pues bien, decidí añadirle unos arándanos que me quedaban y he de decir que el resultado me ha gustado mucho. Tiene un sabor muy distinto al de los bizcochos hechos con harina de trigo y no se nota tanto esa arenosidad. Además, quedó muy esponjoso. Y es un dulce perfecto para los celíacos.

Elaboración:

Precalentamos el horno a 170º C. Ya sabéis que es mejor que todos los ingredientes estén a temperatura ambiente.

Batimos los huevos con el azúcar en un bol. Cuando haya quedado una mezcla cremosa, añadimos el aceite de girasol y continuamos batiendo. Agregamos ahora el yogur natural y batimos. Es momento de incorporar la harina de maíz y la levadura tamizadas y la pizca de sal. (La sal se echa para potenciar el sabor del bizcocho). Batimos de nuevo y por último, añadimos los arándanos. Mezclamos bien y vertemos en un molde previamente engrasado y enharinado. Comentaros que últimamente estoy utilizando el spray para engrasar moldes de la marca Wilton y el resultado es perfecto, se desmolda el bizcocho sin problema y no se pega.

Metemos el molde al horno a 170º C durante 1 hora. Sabremos si el bizcocho está cocido si al pinchar con un palillo éste sale limpio. Cuando esté listo lo dejamos enfriar un poco, unos 15 minutos, desmoldamos y dejamos enfriar por completo sobre una rejilla.

Si nunca habéis probado un bizcocho elaborado con harina de maíz, ahora es el momento y esta receta os va a encantar.

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