Receta de Kanelbullar o Bollos suecos de canela y cardamomo

Ingredientes para 12 unidades:

  • Para la masa:
  • 300 grs de harina de trigo
  • 138 mls de leche
  • 35 grs de huevo batido
  • 60 grs de azúcar blanco
  • 70 grs de mantequilla a temperatura ambiente
  • 1/2 cucharadita de semillas de cardamomo molidas
  • 6,3 grs de levadura fresca
  • 3 grs de sal
  • Para el relleno:
  • 120 grs de mantequilla a temperatura ambiente
  • 60 grs de azúcar blanco
  • 3 cucharaditas de canela molida
  • 1 cucharadita de semillas de cardamomo molidas
  • Para pincelar y decorar:
  • 1 huevo M
  • 4-5 gotas de leche
  • Almendra laminada

Cómo me gustan este tipo de bollos. Dan mucho trabajo pero cuando los pruebas… sabes que merece la pena hacerlos en casa. Estos bollos tan aromáticos se llaman Kanelbullar o Bollos suecos de canela. Aunque éstos también llevan semillas de cardamomo tanto en la masa como en el relleno. La receta de la masa la he cogido de la web de Bake Street. Yo que vosotros no me la perdía, Eva hace unas creaciones con sus manos que es de admirar. Me hubiese gustado muchísimo hacerle a mis bollos la misma forma que ella hace pero reduje a la mitad las cantidades de la receta y las masas en verano son un horror. Así que tiré por lo sencillo haciendo unas sencillas espirales.

Elaboración:

Esta masa la hemos elaborado en dos días para que no se nos hagan muy pesadas las horas de levado y organizarnos mucho mejor. Lo bueno de hacer estos bollos en verano es que las horas de levado se reducen pero lo malo es que el manejo de la masa es peor, cuesta manejarla por el calor ya que se ablanda rápido.

Primero calentamos un poco la leche y cuando esté tibia, disolvemos la levadura. En el bol del robot de cocina echamos la harina, el huevo batido, la sal, el cardamomo molido, la leche con levadura y la mitad del azúcar. Ponemos el accesorio gancho y amasamos a velocidad media hasta integrar los ingredientes. Después, añadimos la mantequilla (que tiene que estar blanda) y continuamos amasando. Iremos añadiendo a la vez el resto del azúcar poco a poco.

Seguiremos amasando durante un buen rato hasta formar una masa homogénea y elástica que se despegue de las paredes del bol y que pase en cierta medida la prueba de la membrana. Yo lo tuve amasando 40 minutos, y por cada 10 minutos de amasado hice descansos de otros 10 minutos.

Cuando la masa esté lista, la sacamos del bol metálico, le damos forma de bola y la metemos dentro de un bol de cristal untado ligeramente con aceite, tapamos con film transparente y dejamos que leve hasta que doble su volumen. Yo lo tuve algo menos de 3 horas a 29º C que había en la cocina a temperatura ambiente en pleno agosto. Ya por la noche la metemos en la nevera hasta el día siguiente.

Por la mañana, sacamos el bol de la nevera y dejamos que la masa vuelva a coger la temperatura ambiente y pierda el frío durante 2 horas. Mientras tanto, en un cuenco mezclamos los ingredientes del relleno. Lo tapamos y lo reservamos.

Sacamos la masa del bol de cristal. La colocamos sobre la encimera y la desgasificamos hundiendo suavemente las manos en ella. Amasamos un poco y le damos forma como de ladrillo. Con un rodillo estiramos la masa hasta formar un rectangulo vertical de 42 x 50 cms aproximadamente. Con ayuda de una espátula extendemos todo el relleno por la masa. Cogemos con los dedos el extremo más largo de la masa y plegamos sobre sí misma.

Con ayuda de un cortapizzas cortamos tiras de 25 cms de largo por 2 cms de ancho, descartando los bordes. Cogemos una de las tiras y la rizamos girando desde los dos extremos. Ahora la enrollamos formando una espiral. La colocamos sobre la bandeja de horno forrada con papel vegetal. Hacemos lo mismo con el resto de las tiras.

Colocamos las espirales separadas unas de otras en la bandeja. Nos saldrán unas 12 piezas. Tapamos con film transparente y dejamos que leven por segunda vez durante 3 o 4 horas a temperatura ambiente hasta que doblen su volumen.

Precalentamos el horno a 185º C con calor arriba y abajo, mientramos batimos el huevo con las gotas de leche y pincelamos cada bollo. Después, espolvoreamos sobre cada uno de ellos unas pocas almendras laminadas. Estos bollos suecos suelen también llevar azúcar perlada, pero a mí personalmente no me gustar morder trozos de azúcar duro.

Horneamos los bollos a media altura durante 18 minutos hasta que veamos que están doraditos. Después, los pasamos con cuidado a una rejilla para que se enfrían por completo. Estos Kanelbullar o Bollos suecos de canela están buenísimos templados o lo más recientes posibles. Para conservarlos lo mejor es o congelarlos o guardarlos en bolsas de congelación para consumirlos entre 2 o 3 días ya que su masa se seca enseguida y pierde sabor y aroma.

Imprime la receta Imprime la receta