Receta de Croquetas de cecina y calabaza

Ingredientes para 23 unidades:

  • 60 grs de cecina
  • 60 grs de calabaza cocida troceada
  • 75 grs de harina de trigo
  • 75 grs de mantequilla sin sal
  • 550 mls de leche
  • 1 pizca de sal
  • 1 pizca de pimienta negra
  • 2 huevos M
  • Harina y pan rallado para empanar
  • 350 mls de aceite de oliva para freír

Hoy nos vamos a venir arriba con estas deliciosas croquetas de cecina y calabaza que están para empezar y no dejar ni una pizca de pan rallado en el plato. Como veis, he innovado un poco con los ingredientes, que eso, de vez en cuando es bueno. Sigo diciendo que hacer croquetas da mucha pereza pero claro, como las caseras no hay color. Yo decido un día y ese día me pongo a hacer croquetas toda la mañana y listo.

Elaboración:

Ponemos una cazuela a fuego medio bajo y derretimos la mantequilla. Cuando esté totalmente líquida incorporamos la harina y removemos con una varilla de mano para tostar la harina. Veremos que se crean unos grumos y que va cogiendo un tono doradito. (Este proceso se llama Roux y hace que la harina se tueste para que no quede cruda). Añadimos ahora la leche que tiene que estar caliente en varias tandas y no paramos de batir durante dos o tres minutos. Salpimentamos al gusto. Es importante probar un poco y comprobar que la salsa bechamel se está haciendo correctamente y que no sabe a harina. Si fuera así, dejamos que se cueza un poco más.

Cuando la salsa bechamel esté lista y algo espesa agregamos los trocitos de cecina y de calabaza. Mezclamos con una espátula hasta integrar bien. Cuando la masa esté lista, la extendemos sobre una fuente y dejamos enfriar en la nevera durante toda la noche. Es mejor taparlo con film transparente colocándolo de tal manera que toque la masa para que no se seque la superficie y se forme costra.

Al día siguiente, con la masa fría, cogemos porciones y con las manos moldeamos como más nos guste, alargadas o redondas… Pasamos primero por la harina, luego por el huevo batido y después, por el pan rallado. Freímos las croquetas en tandas en una cazuela con aceite de oliva caliente. Cuando estén doradas las pasamos a un colador grande y después a un plato cubierto con papel absorbente. (Como os comenté en una anterior receta este truco lo aprendí de Webos Fritos). Si las pasamos directamente al papel, el aceite que sueltan puede hacer que el empanado se ablande rápidamente y las croquetas se queden blandurrias y eso no lo queremos por nada del mundo ¿verdad?

Una vez tengamos todas nuestras croquetas de cecina y calabaza bien doraditas, las pasamos a una fuente y ya sólo nos queda comernos una detrás de otra. Yo como siempre tuve que esperar a finalizar la sesión de fotos y ya no están tan recientitas pero bueno, os confieso que alguna cayó antes de hacer la primera foto… jeje…

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