Receta de Corzo estofado
Ingredientes para 8 personas:
- 1.400 grs de carne de pierna de corzo
- 3 cucharadas de tomate natural triturado
- 2 y 1/2 cebolla morada
- 200 mls de vino tinto
- 200 mls de brandy
- 1 hoja de laurel
- 1 ramita de romero fresco
- 2 ramitas de tomillo fresco
- 1 ramita de perejil fresco picado
- 5 dientes de ajo
- Pulpa de 4 pimientos choriceros (o 1 cucharada de pulpa de tarro)
- 200 mls de agua
- Sal y pimienta negra molida
- Aceite de oliva
- Harina para rebozar
- 4 patatas medianas
¿Os acordáis de la super hamburguesa de carne de corzo? Receta aquí para los más despistados… Pues ya tocaba preparar el resto de la carne del jamón de corzo que me regaló mi amigo Ramón. Lo cazó en verano en un coto de caza en Guadalajara y es una carne que aprecio mucho. Como aún quedaban casi 2 kilos de carnaza qué mejor manera de cocinarla que en un sabroso guiso. Ya sabéís que no uso olla exprés, me gusta cocinar la carne a fuego lento en una cazuela grande y este corzo estofado ha salido perfecto. Carne tierna, sabrosa y aromatizada con las hierbas del campo. El despiece de la pierna, como ya expliqué en la receta de la hamburguesa se hace por partes y no es nada difícil, así que no temáis si algún día cae en vuestras manos semajante pieza de caza. Por cierto, el estofado está basado en la receta de la web Club de Caza.
Elaboración:
Un día antes de preparar el estofado debemos marinar la carne de corzo. Para ello, las piezas que sacamos tras el deshuese, las limpiamos de la telilla blanca que las recubre y las cortamos en trozos de bocado. De los 2 kilos que tenía, se quedaron en 1.400 gramos aproximadamente. Pierde mucho, sí, pero soy una maniática de los trozos de carne con grasa y tendones, me gusta dejarla bien magra.
Salpimentamos los trozos de carne y los metemos dentro de un bol de cristal grande. Le añadimos 3 dientes de ajo cortados por la mitad, la hoja de laurel, el vino tinto y el brandy. Removemos un poco, lo tapamos con film transparente y lo dejamos reposar en la nevera durante 24 horas.
Al día siguiente continuamos con la receta. Sacamos el bol de la nevera y escurrimos bien los trozos de carne, reservando el líquido del marinado (desechamos el ajo y la hoja de laurel) ya que lo usaremos en el guiso más tarde. Ponemos un buen chorro de aceite en una sartén y lo calentamos a fuego medio. Disponemos un plato grande con harina y vamos pasando por ella la carne. La doramos en tandas y la reservamos en un plato. Esto nos llevará un ratito.
Mientras hacemos la carne, picamos la cebolla y la ponemos a calentar a fuego bajo en una cazuela grande con 6 cucharadas de aceite de oliva, una guindilla cayena abierta y sin pepitas y una pizca de sal. La cebolla tardará unos 20 minutos más o menos en quedarse transparente. Durante este tiempo, podemos ir preparando el majado que le dará un sabor exquisito a nuestro guiso. Picamos los otros 2 dientes de ajo, el romero, el tomillo y el perejil y lo echamos dentro de un mortero. Incorporamos una pizca de sal y la carne de los pimientos choriceros que habrán estado hidratándose con antelación en agua tibia durante 15 minutos y trituramos bien. Si no tenéis pimientos secos, podéis comprar en el super un tarrito de pulpa de pimientos choriceros.
Cuando la cebolla esté lista, añadimos el majado y las cucharadas de tomate triturado y mezclamos con una cuchara de madera. Ahora agregamos toda la carne de corzo que habremos dorado y el líquido del marinado. Removemos todo suavemente y subimos el fuego. Cuando comience a hervir, bajamos el fuego, tapamos y guisamos la carne lentamente durante 2 horas aproximadamente. Yo a la hora, ví que la salsa era demasiado espesa y le añadí el agua y un poquito más de sal. Eso ya lo vais viendo mientras se cocina.
Cuando queden 15 minutos para terminar de hacerse la carne prepararemos las patatas. Pelamos las patatas, las cortamos en cuadraditos y las freímos en abundante aceite caliente. Cuando estén casi doradas, las escurrimos bien y las pasamos a la cazuela donde está la carne, removemos con cuidado y cocinamos por 5 minutos. Si queréis, justo al incorporarlas, apartáis la cazuela del fuego y dejáis reposar todo durante 5 minutos.
Nuestro corzo estofado ya está listo para servir y agradar el paladar. El resultado es un plato con una carne magra tierna y sabrosa con una salsa espesita y que invita a untar pan. Ah! No os olvidéis de retirar la guindilla cayena o después os arderá la lengua.
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A continuación os dejo los enlaces de otros estofados o guisos que salieron bien ricos:
– Guiso de conejo a la mostaza
– Guiso de butifarra, patatas y setas